domingo, 27 de marzo de 2011

lunes, 21 de diciembre de 2009

EL EXPEDIENTE DE ADRIAN

El expediente de Adrián. Breve Reseña del proceso creativo.
“El expediente de Adrián” es un texto de Milagros Ferreyra que surge originalmente de un proyecto teatral llamado “Bestiario Grimm” donde se reflexiona, escribe y producen textos teatrales en torno al universo de los cuentos infanties de los hermanos Grimm.
Este espectáculo teatral se ha realizado en el Centro Cultural Ricardo Rojas en el año 2006 y el 2007.

“El expediente de Adrián”, originalmente denominado “La infancia de Adrián” es parte de este proyecto, que ha recibido la distinción a “Mejor dramaturgia 2006” en los premios Teatro del Mundo.
La adaptación del texto teatral a guión cinematográfico de los textos surgidos en este espectáculo basado en los hermanos Grimm, fue realizada durante el proceso mismo de la obra y presentado como proyecto cinematográfico al concurso Cortos Argentinos 2º Edición 2007 realizado por la Productora LadobleA con la temática “Adolescencia”.
En las versiones originales de los cuentos de los hermanos Grimm el crimen, la desgracia, los avatares de la suerte, la violencia, la orfandad y la muerte, son tópicos ocultos que siempre rondan a los pequeñuelos protagonistas de las historias. Contrariamente a las versiones dulcificadas que circularon posteriormente, la génesis de estos cuentos incluye truculencias y vejaciones dentro de la lógica particular del universo que se crea en cada cuento, en cada anécdota de la antología.
“El expediente de Adrián”, en este sentido, actualiza ciertos rasgos que podrían desprenderse de la lectura de estos cuentos y los actualiza a partir de la reflexión sobre las perdurables problemáticas de violencia infantil que siguen vigentes y que están íntimamente relacionadas con el universo imaginativo y copiosamente estimulado del niño en todas las épocas.

La infancia como huella, como cicatriz, imprime definitivamente ciertos trazos que van a perdurar por el resto de nuestras vidas. Y la experiencia, el contexto y el modo de vivir y transitar el universo infantil definen también ciertos rasgos de sociabilidad que vamos a adquirir en la etapa adulta.

En la trama del cortometraje se recorren distintas fotografías pertenecientes al universo infantil del protagonista. A través de las imágenes se van develando aspectos de un niño excesivamente introvertido que sufre el rechazo de sus pares, que fracasa en sus intentos de sociabilidad y que transforma su aislamiento en un bunker paranoico donde se preserva del resto del mundo. La psicología, la sociología, las teorías evolutivas, la psicopedagogía y ciencias afines han estudiado casos similares, donde la resistencia a las normas de socialización, la aceptación de pautas de convivencia, no son absorbidas por todos los niños, a veces incluso son osadamente desafiadas o corrompidas de forma desmedida, dependiendo del caso. Las teorías explicativas, en sus intentos de comprender el fenómeno, desbrozan, reúnen y catalogan determinadas características que se reiteran en aquellos casos de comportamiento infantil “diferente”, y las enmarcan en distintos categorías clasificatorias.
Pero no todo encuentra su explicación ni todo se amolda a la lógica esperada, y toda teoría explicativa se conmociona ante los hechos que la realidad arroja intermitentemente. Casos de niños convertidos en asesinos y psicópatas abundan en el plano estrictamente real: los casos policiales mundialmente famosos de Robert Thompson y Jon Venables, dos niños de 10 años que asesinaron salvajemente a un pequeño de tan sólo dos años de edad a golpes y palazos. El caso de Columbine High Schooll, donde 2 adolescentes llegan armados al colegio y matan a balazos a 12 estudiantes e hieren a otros 24, suicidándose luego. O mucho más atrás en el tiempo, el caso del “petiso orejudo”, Jesse Harding Pomeroy de tan solo 16 años, que incluyó entre sus víctimas a niños de 3, 5, y 7 años a quienes expuso a violentas torturas antes de darles muerte definitiva. Todos estos casos presentan una tipología de niños silenciosos y taciturnos, asediados por sus pares, faltos de afecto e inmersos en una soledad atroz que lo lleva a vincularse de forma extraña con personas y objetos. Las teorías sobre los motivos que llevan a una persona a matar a otra, sea un niño o un adulto, abundan: genéticas, emocionales, culturales o ‘diabólicas’. Por el contrario, las evidencias científicas escasean.Desde 1997 en Estados Unidos se produjeron un 15 por ciento más de casos de niños heridos o muertos por sus pares que las cifras correspondientes a todos los otros países industrializados. Las estadísticas abundan y son alarmantes. ¿Cómo un niño de 7, de 10 años, e incluso un adolescente, puede llegar a desarrollar y llevar a cabo crímenes de esa magnitud y efectivizados con semejante crueldad?

Esta es una de las preguntas que fueron el disparador de la escritura de esta historia. La trama, sin la menor intención de generar respuestas, se zambulle en el universo de los niños violentos para recoger algunos rasgos que reflejen esta lamentable faceta de nuestra civilización donde se configuran, sin explicaciones certeras, siniestras paradojas: las manos de un niño entre juguetes y armas, juventud y saña, ingenuidad y violencia.